23 de julio de 2010

Entre curso y curso... ¡relax!


Al borde del fin de semana, los estudiantes que acaban su programa presencial se preparan para retirarse a sus "cuarteles de verano": al campus virtual que hemos estrenado este año para todos en la UNED. En él se van a encontrar con toda la información para ordenarla, seleccionarla, interiorizarla y contemplarla. Despacio. Relajadamente. Con los ojos entrecerrados al calor de la siesta. La mejor fórmula para integrar el conocimiento adquirido en el acervo de uno mismo.

"Abrid las escuelas y se cerrarán las cárceles", aseguraba Concepción Arenal en pleno siglo XIX. Aquella mujer, que se vestía de hombre para poder asistir, como oyente a las clases de la Facultad de Derecho. La que no se permitió un momento de relax en su lucha por la igualdad entre hombres y mujeres ni en la tarea de reformar el sistema penitenciario español de su tiempo. La UNED ha recogido su clamor y lleva la universidad a las prisiones y junta libres con presos y obtiene el respeto de todos los que aún creemos en aquel grito. Isabel Quiñones acompañó a Fernando Reviriego y al equipo de profesores que impartieron su curso sobre cine en la cárcel de A Lama.

La risa nos alegra el día, nos permite demostrar al otro que estamos bien en su compañía, que le queremos. La risa nos ayuda a superar situaciones más o menos embarazosas. Nos relaja. Y además, se ha demostrado que tiene un intenso valor terapéutico. Entonces, ¿porqué Occidente ha dejado de reír? Sol Polo se lo ha preguntado a quienes posiblemente sepan más del tema: Carmen Pérez Llantada y Andrés López de la Llave. ¿Quiere usted saber qué le respondieron?

Pero si algo resulta relajante de verdad es el sonido del agua. Cierren los ojos e imagínense al lado de un cauce, bajo la sombra de los chopos y las hayas, marchando hacia las fuentes donde nace ese caudal. La banda sonora, el ruido del agua, el canto de los pájaros, el zumbido de los insectos, el latido de su propio corazón.. ¡Ya ¡ Despierte! Léase el articulo que David Corralo nos manda sobre Pedro Aguilar Serrano, para quien un río es "el camino más antiguo, porque lo ha construido la propia Naturaleza". Coja su mochila y ¡andando!

Como hizo el Premio Nobel que mejor conoce Guadalajara y sus rutas. La Alcarria de Camilo José Cela no se explica, se huele, se oye, se saborea. Entra por los sentidos y relaja la mente y el cuerpo del viajero. Quizá por eso el futuro Marqué de Iria Flavia decidió recorrer esta comarca. Puede que para escapar de las lizas intelectuales del café Gijón o para recuperarse de la tuberculosis que le había postrado en cama durante meses. Quédense con la versión que prefieran, tras asesorarse con las confidencias que al respecto le hizo García Marquina a Pilar Herranz.

Y es que Pilar sabe atesorar secretos, como los que le confía Ángel Gracía, presidente de la Asociación de Amigos de Villaescusa de Palositos y que ella va desgranando al detalle, sin prisa, relajadamente, en el artículo que titula "Viaje a ninguna parte".


Dichosos egos

Los alumnos que aquí ven en esta especie de batiburrillo son del curso "La risa y el humor: emociones positivas en el día a día" . Divididos en grupos, juegan a quitarse un pañuelo. Pero lo más interesante es que al terminar, el equipo ganador debe integrar en sus filas a los perdedores. Su finalidad no es sólo crear un estado emotivo positivo y cohesionar al grupo, sino mostrar fenómenos sociológicos que ocurren todos los días. Asegura Luis Muñiz, ponente del curso, que 'los problemas humanos surgen cuando el ego supera a la inteligencia'. Sin duda los egos van ganando por mucho porque está el mundo bueno.

Sol Polo