La primera gran crisis del siglo XXI

José Antonio Martínez Álvarez, profesor de Economía Aplicada e Historia Económica de la UNED, analiza en esta entrevista radiofónica los contenidos del curso que dirigirá, del 7 al 9 de julio, en Puerto del Rosario (Fuerteventura).

Uno de los problemas más importantes y cruciales del siglo que ahora comienza es el económico en un contexto mundial de globalización en la toma de decisiones estratégicas y en un previsible escenario futuro de conflicto entre los grandes bloques políticos como son el asiático, el europeo y el americano. En ese sentido, asistimos a la primera gran crisis financiera del siglo XXI, crisis mundial, crisis de confianza y crisis no acabada, sino en vías de transformación, que ha afectado de una manera u otra a los distintos bloques y países.

El problema de la enfermedad en la economía financiera ha contagiado a la economía real. En 2010 todavía muchas entidades de crédito ocultan el volumen de productos tóxicos, por eso durante 2011 disminuirá el crédito bancario. Con un déficit público en niveles insoportables, la coyuntura prospectiva no es tan sencilla.

Desde la óptica mundial decir que el petróleo será cada vez más escaso y que su precio repercutirá en la economía global, la pobreza de muchos millones de seres humanos en el planeta influirá en la situación geoestratégica y las grandes migraciones y las guerras siempre injustas e inmorales lograrán que el futuro de la humanidad sea incierto e imprevisible.

España, como país importante de la zona euro (cuarta economía europea y octava mundial) debe tener las ideas claras y proyectar ya, inmediatamente, una serie de políticas económicas audaces, no solo para salir de la crisis, sino para sobrevivir en el corto plazo mediante políticas fiscales, sociales, de vivienda, turísticas e industriales.

En el curso de verano "La primera crisis del siglo XXI: propuestas y soluciones", se hablará de políticas de emulación y de políticas de investigación e innovación. En suma, de políticas valientes para salir de una crisis sincrónica, global y extremadamente prolongada.

Itziar Romera